Entrevistamos a la diputada de Turismo con motivo de la celebración de la Fira de les Comarques, del 13 al 15 de mayo en la Plaza de Toros de Valencia

València, Mayo 2016

Con motivo de la celebración de la Fira de les Comarques de València Turisme hemos tenido la ocasión de charlar con Pilar Moncho, Diputada provincial de Turismo de Valencia. En esta entrevista nos muestra su lado más personal, su opinión sobre el turismo en Valencia, sus recuerdos, recomendaciones y los elementos diferenciadores de nuestra tierra.

En tu infancia, ¿dónde solías veranear? ¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Soy de Sueca, una ciudad que tiene una zona de playa separada del casco urbano. Es una zona marítima de segunda residencia y nosotros pasábamos el verano allí, en el Mareny de Barraquetes. Recuerdo veranear siempre ahí, desde los 8 a los 25 años, cuando la playa era más virgen. ¡No había ni socorristas! Era muy natural, se usaba mucho la bicicleta.

Luego, cuando te haces mayor buscas otro tipo de ocio y me iba a pueblos vecinos con más ambiente: bares, pubs. Pero en Mareny de Barraquetes he disfrutado mucho de explorar y jugar con la naturaleza cuando las playas incluso tenían dunas.

Ahora que eres Diputada de Turismo, habrás podido descubrir muchos más rincones de la provincia. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido?

Cuando visito pueblos lo que más me sorprende es el paisaje. Les Terres dels Alforins, Requena, con sus paisajes vinícolas, es algo que hay que ver porque una fotografía no puede igualar a la realidad, y tu retina es lo más fiel. Esos paisajes te trasladan, como si salieras de este país. Han cuidado mucho su parte agrícola y turística, para hacer de su territorio algo digno de visitar.

Además, tenemos una oficina en Poeta Querol y allí vienen los pueblos y nos descubren cosas muy sorprendentes, como los poblados íberos y todo el patrimonio que los municipios han ido conservando al tomar consciencia de ello, para convertirlo en destino turístico y sacar provecho económico.

Las joyas que tenemos están en el interior, porque ha sabido conservar su esencia y buscar un turismo de goteo durante todo el año, que genere un buen boca a boca y no sea masificado. El turismo de interior trabaja poco a poco pero es más sólido.

Recomiéndanos un destino turístico para viajar en familia.

Estoy loca por Carrícola. Es un municipio de 80-90 habitantes y tiene una ruta con obras de arte biodegradables, el Biodivers. Son obras que se acaban fundiendo con la naturaleza, y así la ruta es diferente cada cierto tiempo. Los admiro, además, porque trabajan mucho la agricultura ecológica y los domingos hacen mercado con los productos de la gente del pueblo. Saben conservar la esencia de los valencianos, nuestro sentir, lo que por tradición y herencia hemos absorbido de nuestros antepasados y que algunos han sabido conservar para el futuro, para que nuestros nietos lo conozcan.

¿Y un destino para viajar en pareja, relajarse y desconectar de todo?

En Les Terres dels Alforins, una familia ha recuperado unas casas rurales. Se llama la Finca de San Antonio y es totalmente paradísiaca, con mucha paz y tranquilidad en plena naturaleza. Es un destino para ir con pareja y desconectar del mundo, pero con todas las comodidades de lo moderno: spa, saunas…

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Pilar Moncho Diputada Provincial de Turismo en Valencia

¿Qué tipo de servicios debe ofrecer un destino turístico para satisfacer al turista?

Este es un trabajo de todos. El destino turístico no puede ser solo responsabilidad de la administración pública o del sector privado de forma independiente, sino de todas las partes que forman parte de él. No tiene sentido que nosotros promovamos una localidad y que al llegar el turista esté todo cerrado, desde el bar a la tienda. Si eso pasa, el turista no se deja el dinero, ni lo recomienda, ni vuelve.

Si acordamos que un pueblo es turístico, tenemos que sentarnos juntos y decidir cómo dar el servicio a los turistas entre todos, que haya una confluencia de lo público y lo privado con la ayuda de administraciones supramunicipales como la Diputación, sobre todo en los pueblos pequeños. Los pequeños municipios tienen menos recursos pero lo suplen con mucho trabajo e imaginación. Y también tienen que implicarse los vecinos y mostrar su cara más amable, participar en esa experiencia turística para hacerla lo más memorable posible.

¿Con qué elementos diferenciadores cuenta el turismo de Valencia, frente a otros territorios?

Tenemos una capital muy potente que nos designa a todos, porque todos somos valencianos y nos sentimos valencianos. Las comarcas juegan con esa ventaja porque el que viene a Valencia puede ver más allá de la capital.

En la ciudad de Valencia el turismo todavía no es un problema, es una ciudad amable que no está masificada y en la que puedes pasear. No hay que ser reacio al turismo pero tampoco puede ser un problema para el vecino, y tenemos que trabajar para que el turismo del cap i casal se expanda a los pueblos y comarcas, porque tienen mucho que ofrecer. En nuestro territorio hay maravillas de la arquitectura y del patrimonio humano.

¿Qué le dirías a un turista extranjero para convencerle de que visite los pueblos de la provincia?

Lo que pretendemos ahora es dejar de vender costa e interior y vender un turismo a la carta. Que cuando Valencia venda su paquete turístico cuente con las comarcas y el turismo activo que proponen, gastronómico, patrimonial… ¿Por qué no ir a Algemesí a ver a los castellers? ¿O visitar Fallas fuera de Valencia, que también son muy bonitas? Y es solo un ejemplo. Valencia tiene que ayudar a los pueblos, y trabajamos en común con la Fundación Turismo Valencia para que haya sinergias. Se trata de hacer disfrutar a las personas para que se acuerden de donde han estado y hablen bien del lugar.