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De lo moderno a lo tradicional en Valencia. De La Más Bonita a La Pascuala.

La Más BonitaCuando los expertos dicen que el desayuno es la comida más importante del día muy probablemente se estén refiriendo a desayunos de campeones como los que sirven, por ejemplo, en La Más Bonita.

Quizá, lo primero que llama la atención es su perfecta ubicación, con entrada directa desde la playa de la Patacona (Paseo de la Patacona, 11). Este local de paredes blancas y ventanas azules ofrece a sus visitantes una amplia variedad de desayunos y almuerzos en un entorno envidiable. Con una decoración cuidada al detalle, rústica y delicada, moderna pero tradicional, los platos de La Más Bonita danzan de la cocina a la mesa para satisfacer los deseos más puros de los que quieren empezar el día con energía.

En su carta encontramos bocados tanto dulces como salados, por lo que podemos elegir desde una deliciosa degustación de mermeladas y panes especiales, hasta una tabla de quesos artesanos ecológicos. Mención especial, sin duda, las tartas caseras que se muestran en la barra y que obligan a los más golosos a pedir un trocito que sacie sus deseos de azúcar.

La PascualaUn bocadito de cielo que se disfruta, especialmente, los días más cálidos desde su amplia y acogedora terraza. La manera perfecta de disfrutar de un buen desayuno.  Si por el contrario eres de los que se levantan con poco hambre pero a los que va picando la gula a medida que avanza el día, sin duda, La Pascuala, es tu sitio.

También ubicado a pocos metros del mar, esta vez en Eugenia Viñes 177, la Bodega Hermanos Boix, más conocida como La Pascuala, ofrece un ambiente tabernero y marinero en el que lo realmente importante es comer, bien y mucho.

Sus almuerzos son conocidos en toda la ciudad (y más allá de ella) y son muchos los que peregrinan hasta sus mesas para degustar un almuerzo que aúna en una misma pieza la sencillez de un bocadillo bien hecho con la complejidad de la mezcla de sus sabores. Sin duda, todo un reto para los estómagos más exigentes.

Mi recomendación especial: el bocadillo de carne de caballo, tierno y jugoso, al compás de otros muchos ingredientes que hacen de cada bocado una delicia.

Además, no podéis olvidar pedir, tras el bocadillo, un “cremaet” con el que digerir el almuerzo. En pocos lugares lo hacen como en La Pascuala. 

Sin duda, dos lugares totalmente distintos, con ambientes diferentes y bocados contrapuestos. Sin embargo, ambos pretenden hacernos felices desde primera hora de la mañana… ¡y así sí se empieza el día con energía!