-vienes o no? 
Él ya había cruzado la muralla y se giró impaciente, pero yo no tenía claro si quería dar ese paso. Estaba bien la perspectiva de una nueva ciudad, y se veía bonita Valencia, alegre, algo escandalosa y caótica, pero habitable. Por un momento, tomé la decisión de atravesar el umbral tras él... pero me crucé con sus ojos que me miraban con superioridad, y me dije, a la mierda, me voy. Me di la vuelta y empecé a correr, liberándome de mi carga, saboreando mi libertad, aunque sintiendo una punzada de miedo e incertidumbre: ¿dónde iba a dormir? ¿y a comer? ¿quién me acariciaría ahora? También sentí algo de pena por él, pero me pasó rápido; ya no me ataría nadie por las noches ni me daría patadas cuando estuviera cansada; además, en el Mercado Central podría comprarse mañana una mula nueva, más joven y menos harta de él que yo #valenciamedieval
-vienes o no?
Él ya había cruzado la muralla y se giró impaciente, pero yo no tenía claro si quería dar ese paso. Estaba bien la perspectiva de una nueva ciudad, y se veía bonita Valencia, alegre, algo escandalosa y caótica, pero habitable. Por un momento, tomé la decisión de atravesar el umbral tras él… pero me crucé con sus ojos que me miraban con superioridad, y me dije, a la mierda, me voy. Me di la vuelta y empecé a correr, liberándome de mi carga, saboreando mi libertad, aunque sintiendo una punzada de miedo e incertidumbre: ¿dónde iba a dormir? ¿y a comer? ¿quién me acariciaría ahora? También sentí algo de pena por él, pero me pasó rápido; ya no me ataría nadie por las noches ni me daría patadas cuando estuviera cansada; además, en el Mercado Central podría comprarse mañana una mula nueva, más joven y menos harta de él que yo #valenciamedieval