"Deli_rant está enfocado para gente curiosa"

Carlos Pinazo (Valencia, 1968) es buen conversador. Trabaja como economista y, en sus ratos libres, gestiona un negocio de amigos: Deli_rant. Un lugar que se toman muy en serio pero que huye de la formalidad. Deli_rant es ironía, tecnología, buena cocina y, sobre todo, el resultado de años de amistad.

¿Qué perseguís en Deli_rant: negocio, sueño profesional o pasión?

Las tres cosas. Deli_rant es un negocio de 25 amigos. Siempre nos ha gustado el tema de la cocina, aunque este es el primer negocio de hostelería para todos. Y aunque el momento no era el más adecuado, salió adelante.

¿Cómo decide un grupo tan numeroso montar un restaurante?

Somos amigos de toda la vida, desde que tenemos cinco años. Soliamos hacer jornadas gastronómicas en casa de cada uno y a nivel doméstico somos buenos cocineros. Buscamos crear un local atractivo, de precio razonable, original y lleno de cosas curiosas, como los productos delicatessen.

¿Os encargáis vosotros de la carta?

En la cocina trabajan Jesús Martínez y Sergio Bernardo, han estado en Torrijos, entre otros lugares. Ellos son los que elaboran los platos y tienen más decisión en los menús de mediodía. Pero las cenas y el menú degustación lo decidimos el grupo de amigos. Cada mes nos reunimos y cambiamos.

¿Cuándo surge la idea?

Hace un año, en febrero de 2010, durante una comida. Empezamos a hablar, hicimos números, en mayo buscamos el local, hicimos la reforma en verano y abrimos en diciembre.

¿Y cómo sorteasteis el fantasma de la crisis?

Por una parte sí echaba para atrás, pero es cierto que en la crisis también hay oportunidades: había más disponibilidad de personal cualificado, locales más baratos. Y es cierto que la crisis no es tan importante para un negocio nuevo. Una empresa de años necesita hacer ajustes. Nosotros hemos montado un negocio con mentalidad de crisis. Los 25 no vamos a vivir de esto, queremos que sea un complemento a final de año.

¿No es peligroso mezclar amigos y negocios?

Hemos enterrado un dinero. Todos tenemos asumido que lo que hemos puesto es para perderlo. Está todo planteado en el peor de los casos. Si recuperamos, mejor.

¿Qué va a encontrar el cliente en Deli_rant?

Hacemos cosas diferentes. La comida no es alta gastronomía pero es de calidad. Nos gustan las cosas imaginativas, divertidas. Desde la decoración, la carta y sus guiños, la comida. Todo está revestido de un tono de humor, que llame la atención. Queremos divertirnos y divertir al cliente. Deli_rant está enfocado para gente curiosa.

¿Por qué apostáis por una extensa carta de cervezas?

Nos gusta. La cerveza, a diferencia del vino, tiene un toque de informalidad. En el mundo del vino ser original es dificilísimo y costoso. En la cerveza es más fácil traer cosas diferentes.

¿Conocéis las cervezas que vendéis?

No hay ninguna que no hayamos probado, incluso en la carta explicamos cada una. Incluso queremos hacer maridajes. La cerveza funciona muy bien con la comida picante. Para el foie una dulce. Con las ostras, la Oyster Stout. También hay una valenciana con toque de romero que es perfecta para acompañar la paella.

¿Cuáles son los errores frecuentes de los bebedores de cerveza?

El primero es no salir de la rubia sencilla fresquita. Aquí ocurre mucho que cuando les enseñas la carta, te dicen: “Yo la normal”. El lastre de la costumbre de siempre. Otro problema de la cerveza es que la gente si no le gusta no se la bebe. Eso no sucede con el vino, guste o no, la botella se termina.  Eso hace que la gente sea menos proclive. Pero es cierto que por el estilo del restaurante, la gente está dispuesta a que le influyas.

Si pudieras escoger una cerveza, ¿cuál sería?

Las Ipas (Indie Pale Ale).  Es la cerveza inglesa clásica, ámbar, con mucho lúpulo. También destacaría una valenciana: Vipa, de más graduación y aromática. Esta es la que demuestra a quién le gusta la cerveza. Luego están las negras y las abadía.

La cerveza no tiene mucho crédito entre los amantes del vino.

Es ignorancia. Todo tiene su historia. A mi me gusta el vino pero hay mucha exageración alrededor: servicio ampuloso, precios hinchados. La actitud anticervecera es todo eso al extremo.

El cliente valenciano es…

Todavía no me atrevo. Por lo que he oído, la gente no es demasiado innovadora. Pero nuestro cliente no es el estándar.

Desde tu experiencia de cliente con tus amigos, ¿cómo valoras la oferta gastronómica de Valencia?

Ha habido unos años en los que se habían disparado los precios. Ahora están surgiendo locales nuevos y asequibles. Y aquellos que inflaron sus precios, los están ajustando. La crisis está poniendo todo en su sitio.

¿Cómo se consigue consolidar un restaurante a largo plazo?

Tengo mis dudas. Un restaurante que se repite siempre tiene que fidelizar al público. Pero Deli_rant es diferente. Queremos una clientela que vuelva cada mes porque sabe que va a encontrar algo nuevo. Para eso han de venir, comer bien y captar la idea. Y tienen que asumirlo. Ese es el enfoque, que la gente se enganche a nuestro concepto. También queremos contar con clientes para convocar a actividades como, por ejemplo, un maridaje con cerveza o una jornada sobre ostras.

Define un buen servicio.

Hay que hacer las cosas bien hechas, pero en nuestro caso consiste en ser lúdico, informar y transmitir Deli_rant. Aquí no tendría sentido un camarero serio y estirado. Es imporante que el cliente entienda nuestra informalidad.

Una propuesta Deli_rant.

Soy un poco pedante pero creo que tienen que venir a tener una experiencia. A tomar todo lo que proponemos.

¿Son útiles las nuevas tecnologías en la restauración?

En un principìo nos hubiera gustado que la gente pidiera su menú desde el iPad, iPhone o lo que fuera. Fuimos a Londres a ver Inamo, un restaurante que funciona con cartas táctiles. Pero a día de hoy me doy cuenta de que no estamos preparados. Se necesita la alternativa tradicional. Además, el coste es elevado. Pero eso sí, las mesas, la música, las facturas, la base de datos de clientes: todo lo gestiono desde el iPad, a través de una aplicación que compré y he adecuado a Deli_rant.