La restauración del camarín de la Basílica de la Virgen devuelve el color a sus murales

Gracias a los trabajos de restauración que se están llevando a cabo en los murales del camarín de la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia, se están devolviendo los colores a los frescos del siglo XIX  “muy afectados por los humos y las grasas de los aceites de las velas que antiguamente se usaban y por la contaminación de partículas sólidas”según Carmen Pérez, al frente del equipo de restauración.

Se trata de unos 320 años de grasas y restos de velas de fieles, que habían conseguido tapar la luminosidad y viveza de los colores.

“La polución databa de siglos”, ha comentado Carmen, y se han valido del uso de goma de borrar para limpiar las zonas más sucias.

En las partes donde han encontrado ausencia de pintura por intervenciones desafortunadas o por el paso del tiempo, han utilizado la técnica del rigatino, reintegrar finas líneas de color verticales y paralelas para ajustarse al original, todo con le propósito de “no falsear la historia”