El auge del microcemento llega a València

Durante los dos últimos años, el interés por llevar a cabo reformas en el hogar se ha disparado en las viviendas españolas. La pandemia ha llevado a la población a pasar más tiempo que nunca en casa, y eso ha puesto de manifiesto los defectos de los hogares, como también las ganas de cambiar y remodelar los espacios para sacar más partido de estos lugares donde pasamos gran parte de nuestras vidas.

Reformar implica pasar por obras, esto a su vez requiere contar con profesionales y, al final, todo esto sería imposible sin dos cosas: dinero y materiales. Curiosamente, lejos de lo tradicional en la construcción, algo que ha ido ganando especial popularidad a la hora de plantear reformas de cualquier clase, tanto superficiales como integrales, ha sido el uso de los microcementos. De hecho, el uso de microcemento en Valencia se ha disparado en estos años.

¿Por qué el auge del microcemento?

El microcemento ha ido abriéndose hueco en cada vez más hogares. Los profesionales de las obras y las reformas lo recomiendan, principalmente, como material para lugares que suelen estar expuestos a humedad dentro de las viviendas. Lo que lo hace especialmente interesante es que su precio es bastante bajo, lo que permite gozar de una buena instalación, con acabados similares a los del granito o el mármol sin tener que desembolsar una gran cantidad de dinero. El precio del metro cuadrado puede alcanzar los 35 euros.

Por otra parte, es completamente antideslizante gracias a su alto poder de adherencia, de ahí que, como decíamos antes, se suela usar en lugares donde se pueda acumular humedad o, incluso, derramarse líquidos. Junto a esto, otra de sus grandes bondades es que aguanta con total solidez los cambios de temperatura más extremos, sin dilatarse ni contraerse, y posee una gran resistencia a los golpes, aunque es aconsejable no abusar demasiado de esta característica.

Además, el microcemento no muestra juntas de ningún tipo, consigue un acabado totalmente uniforme y continuo que, además, se puede trasladar a cualquier tipo de superficie. No hay que quitar el material que hubiera antes, se solapa sobre este, protegiendo, endureciendo y, al mismo tiempo, consiguiendo ese acabado sin cortes que tan bien encaja con las nuevas tendencias de diseño en hogares.

Quizá uno de sus mayores puntos fuertes, amén del precio, es que colocarlo no requiere una mano de obra demasiado elevada. Tiene una instalación bastante sencilla y ágil, permitiendo así que las obras de colocación tarden poco y se aceleren las reformas en las que suela utilizarse. Todo esto pone de manifiesto sus bondades y es justo lo que ha hecho que su popularidad esté aumentando tanto ya no solo en Valencia, sino prácticamente en toda España. Cabe decir, también, que las nuevas corrientes de la decoración de interiores le han dado otro importante empujón.

Dónde suele usarse

Dada su naturaleza, el microcemento puede usarse en muchos contextos diferentes. Sus aplicaciones más habituales en viviendas miran directamente a los baños y cocinas. Dado que aguanta bien la humedad y los cambios de temperatura, suele verse empleado en bañeras, suelos, paredes y hasta lavabos de los aseos. Como no tiene juntas, además, impide que el agua se condense en ellas y que puedan generarse humedades. En las cocinas, en cambio, sus similitudes con el granito y el mármol lo vuelven idóneo para rematar encimeras o incluso fregaderos.

También es un material que está ganando bastante presencia en los exteriores. Se ha convertido en el gran presente en terrazas y porches de todo tipo gracias a su resistencia en general y, también, a su capacidad para limpiarse fácilmente. En caso de manchas, estas no quedan adheridas, lo que facilita su limpieza y hace que se use, sobre todo, en los suelos de este tipo de superficies. Lo cierto es que se usa en cada vez más frentes.

De hecho, uno de los usos más llamativos que tiene es en el sector del mobiliario. Está empezando a utilizarse como revestimiento de muebles y otros elementos decorativos del hogar. Pesa menos que el cemento tradicional y su versatilidad hace que funcione bastante bien a la hora de dar un toque diferente a cosas como mesas, sillas, hamacas y hasta macetas. No solo sirve para superficies planas, también encaja con estas otras piezas que, a su modo, aportan bastante al conjunto estético y de uso en el hogar.

Definitivamente, demuestra que tiene posibilidades de uso en prácticamente todas las partes del hogar. Esto, combinado a sus características y a lo económico tanto del material como de su instalación, han detonado su popularidad en los últimos años. Algo que viene acompañado del creciente interés por mejorar las condiciones e instalaciones de las viviendas. Se ha conjurado la tormenta perfecta, y debes tenerlo muy en cuenta si te animas también a hacer algunos retoques en casa.