La Gran Nit de Juliol consiguió reunir a 70.000 espectadores,desde las 13 horas del sábado hasta las 3 de la madrugada del domingo.

La gran cantidad de personas que se encontraban en las calles del Valencia con motivo de la Gran Nit de Juliol fue todo un éxito. En los distintos puntos de la ciudad se congregaron valencianos y turistas para ver los espectáculos, actividades y visitar los museos abiertos hasta la madrugada.

La Gran Nit de Juliol consiguió reunir a 70.000 espectadores en la treintena de propuestas de la Regidoria de Festes i Cultura Popular del Ayuntamiento de Valencia. Desde las 13 horas del sábado, cuando se repartieron cerca de 600 raciones de paella, hasta las 3 de la madrugada del domingo, cuando finalizó la verbena de las Torres de Serranos, la ciudad vivió una jornada mágica.

En el Barrio del Carmen, por ejemplo, se llevaron una gran sorpresa con la batucada. La calle Caballeros fue un río de gente que seguía en procesión a las cuatro espectaculares bailarinas, que se movían frenéticamente al ritmo de la música.

La Lonja de la Seda es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Tal vez por ello, en esta edición de la Gran Nit de Juliol ha vuelto a ser uno de los museos más visitados. Más de 5.000 personas optaron por aprovechar la oportunidad de disfrutar de la magia de este edificio, aún mayor cuando se contempla de noche.

Las proyecciones del Ayuntamiento fueron una de las propuestas más innovadoras de esta Gran Nit de Juliol y tuvo un gran éxito. Tanto que, a pesar de que el espectáculo estaba programado cada hora, al final se optó por reproducirlo cada quince minutos.

Uno de los escenarios más visitados en esta Gran Nit de Juliol fue el instalado en la Plaza de la Merced. Era la primera vez que este lugar debutaba en el circuito y lo hizo con sobresaliente ya que las actividades se siguieron por cerca de 600 espectadores.

Respecto a los museos, por el Museo Histórico Municipal pasaron más de 4.000 personas, y el museo de L’Almudí, cubrió su cupo de grupos para ver la exposición de la compra de la Albufera por parte del Ayuntamiento de Valencia.

El Centro Cultural Bancaja, pese a quedarse un tanto alejado de un recorrido que podía implicar las más céntricas calles de la ciudad, también tuvo una noche muy movida, al igual que el IVAM, siempre llamativo para todo tipo de visitantes, y la Galería del Tossal.

La Plaza de la Virgen se convirtió en un gran auditorio multicultural. Por su escenario, y ante más de 10.000 personas, grupos de diferentes países y razas mostraron al público su cultura musical, danzas y otros aspectos de su folklore.