Lo que tienes que tener en cuenta para elegir el mejor reportaje fotográfico de boda, para uno de los días más mágicos de vuestra vida

Elegir el sitio que mejor os represente para celebrar vuestra boda suele ser la primera prioridad a la hora de empezar a organizar vuestro día. Al fin y al cabo en ese sitio es donde sucederá la magia y probablemente busquéis los proveedores con cierta cercanía a ese lugar. Pero una vez está elegido el sitio, la siguiente prioridad suele ser el reportaje fotográfico y/o videográfico de boda, ya que los/las profesionales que lo llevarán a cabo no puede desdoblarse. Es decir, no pueden ofrecer el servicio en dos bodas al mismo tiempo, y por tanto las fechas están mucho más limitadas -bueno, según el tipo de profesionales que contratéis, pero hablaremos de esto en breves-.

Porque sí, parece que hay muchos días en un año, pero al final las bodas habitualmente se concentran en los sábados de mayo a octubre, y eso nos deja unos días muy concreto, por lo que una vez elegido el sitio donde se celebrará la boda el siguiente paso suele ser contratar el reportaje de foto y vídeo.

Y aquí viene el quid de la cuestión, porque no todos los profesionales de la fotografía y del vídeo cuentan/documentan el día del mismo modo, ni las parejas se sienten identificadas con la forma de fotografiar de todos los profesionales. Al final, las imágenes y el contenido audiovisual, cuando son vueltas a ver pasado el tiempo, traen a la memoria los sentimientos y emociones que se vivieron durante ese día, por tanto elegir a un fotógrafo que vaya acorde a vuestra forma de vivir es imprescindible.

En la elección hay que tener en cuenta distintos condicionantes, como el estilo de los fotógrafos; que no envíen a personas subcontratadas sino que vengan los propios fotógrafos de los que habéis visto el portfolio; el feeling con aquellos profesionales que os acompañarán a lo largo de todo el día en un momento muy íntimo para vosotros y, por supuesto, el aspecto presupuestario.

La importancia de los fotógrafos de boda “de autor” (o en exclusividad)

reportaje fotográfico para bodas

Habitualmente hay dos tipos de fotógrafos de boda: aquellos que trabajan en exclusividad el día de vuestra boda y que os garantizan que a quienes contratáis son los que irán a fotografiar vuestro enlace -y, por tanto, el portfolio que habréis visto de su trabajo será un fiel reflejo del resultado que obtendréis vosotros-, y los estudios de fotografía, los cuales habitualmente cierran tantas bodas como se les solicitan, y el día de vuestra celebración no sabréis quién irá a fotografiaros, ni qué feeling tendréis con esa persona, ni qué resultado obtendréis.

Sí, ya hemos mencionado el feeling en el párrafo anterior, y ahora lo volvemos a hacer, y si insistimos tanto es porque no es algo que se deba pasar por alto. Imaginaros que os reunís con un fotógrafo, le comentáis vuestras inquietudes, veis ejemplos de su trabajo, todo os parece perfecto y lo contratáis, sin embargo el día de vuestra boda no va esa persona, sino otra persona de su confianza pero con quien no habéis hablado antes. Son 10-12 horas de tener a esa persona cerca en un momento muy íntimo para vosotros, ¿es algo que no tiene importancia? Y el resultado, ¿será el mismo que el que habéis visto en su portfolio?

El estilo del reportaje fotográfico de boda: ¿natural y sin posados, o tirando a clásico?

“Hazme una foto así, como que parezca que no estoy mirando”. Es decir, una foto natural (o que simule la naturalidad, en ese contexto). Esto que describimos es bastante habitual en la gente que se ve mejor al natural o que no se siente cómoda frente a la cámara, y es por ello que el estilo del fotógrafo que contratéis tiene que ir en consonancia con lo que os sintáis cómodos: ¿preferís algo más natural, sin posar, que os acompañe en vuestro día sin interrumpiros ni entrometerse en vuestra celebración o preferís algo más clásico? En este sentido, la tendencia actual es realizar reportajes que muestren la naturalidad de la pareja, donde haya algo de poses (elegantes y no forzadas), pero sobre todo naturalidad.

Un ejemplo de esta dinámica tan popular es la que encontramos en d’Althea, una pareja de fotógrafos de bodas modernas y diferentes situados en Valencia. Estos fotógrafos realizan reportajes fotográficos para bodas diferentes y sin protocolos, pero especialmente con mucha naturalidad.

Su seña de identidad es que os tratan de restar nerviosismo y responsabilidad. Vosotros sois los verdaderos protagonistas, pero no tenéis que sentiros incómodos en ningún momento. Vuestra única preocupación ha de ser la de divertiros y pasar un día maravilloso con vuestra familia y amigos, es decir, con vuestra gente.

Al final lo que importa de la boda es disfrutarla con vuestra gente, y que en las fotos podáis revivir esa emoción, alegría y diversión hoy, mañana y siempre, ¿no?

¡Pues a tenerlo en cuenta cuando busquéis vuestros fotógrafos de boda!