Consejos para mantener limpio y cuidar los juguetes sexuales

El uso de complementos sexuales y juguetes eróticos es cada día más frecuente entre la población. Especialmente el sector joven de la sociedad parece haber desterrado aquellos tabúes que veían con malos ojos acompañar los momentos de intimidad con nuestra pareja de estos divertidos aparatos. Al fin y al cabo, el sexo es la expresión más intensa del sentimiento amoroso, y como tal merece la pena intentar sacar el máximo partido de este momento tan placentero. Visitar una tienda erótica con nuestra pareja o compañero/a sexual puede resultar de lo más entretenido, además de elegir en común qué complemento será el que nos acompañe en las noches de pasión desenfrenada.

Sin embargo, cuando hablamos de usar juguetes eróticos debemos tomar ciertas precauciones que nos evitarán malos tragos a posteriori. La limpieza y el mantenimiento de estos productos son fundamentales para evitar enfermedades e infecciones, ya que entrarán en contacto con zonas íntimas y sensibles a desarrollar dolencias desagradables. Por esa razón, a continuación daremos algunos consejos interesantes para cuidar con mimo nuestro complementos sexuales y garantizar que los usamos con seguridad y disfrutando de ellos todo lo posible.

¿Cuándo debemos lavar los juguetes?

Si hemos comprado nuestro complemento en una tienda, física u online, con licencia oficial y todas las garantías, veremos que el producto viene bien envuelto en un precinto, como envasado al vacío en la mayoría de ocasiones. Aunque ya ese gesto debe inspirarnos confianza, no por ello debemos relajarnos. Por bien protegido que el juguete estuviese, lo ideal es siempre lavarlo al sacarlo de su embalaje; un baño esterilizante es lo más recomendable, al menos la primera vez que lo abrimos antes de usarlo.

Una vez lo hayamos usado durante el acto sexual, el contacto con las zonas íntimas y los fluidos favorece la presencia microorganismo que es crucial eliminar, por lo que una buena limpieza post coito siempre será obligatoria. Podemos volver a sumergirlo en agua caliente para esterilizarlo o, de un modo más sencillo, un buen lavado con agua y jabón esterilizante, gel hidroalcohólico o algún producto especial para la limpieza de juguetes eróticos.

¿Qué lavado usamos para cada juguete?

Como es bien sabido, no todos los juguetes sexuales tienen la misma funcionalidad y el mismo diseño, por lo que también sus materiales difieren entre sí. Saber de qué está hecho nuestro complemento es fundamental para acertar con el lavado que le daremos y los productores que usaremos en él.

Para los juguetes de silicona, jabón neutro y agua serán suficientes. Su resistencia a las altas temperaturas permite sumergirlos en agua hirviendo para esterilizarlos, aunque debemos vigilar que no tengan compartimentos electrónicos que se puedan estropear. En el caso de los de látex o gelatina, usaremos el mismo proceso, aunque jamás debemos sumergirlos en agua caliente, ya que se desintegrarán y nuestro buen amigo perderá toda su funcionalidad.

Para aquellos complementos de material rígido como la madera, jabón y agua tibia es la mejor opción. Eso sí, debemos secarlos muy bien para evitar la acumulación de hongos y bacterias propias de la madera húmeda. Si hacemos un lavado en seco con polvos especiales, mejor. En el caso de los metálicos, siempre podemos hervirlos y luego lavarlos con jabón, así tendremos una limpieza perfecta para retirar todas las posibles impurezas.

Dos consejos para un buen mantenimiento

Además del lavado, que ya hemos visto que es fundamental, debemos tener en cuenta otro factores como la conservación. Para que nuestro juguete nos dure en buen estado durante un periodo prolongado, debemos seguir estos dos consejos:

En primer lugar, usar preservativo en el complemento siempre ayudará a preservar del contacto directo del producto con los fluidos y las zonas íntimas. De este modo no sólo se protege quien lo usa, sino que también se reduce en un amplio porcentaje la posibilidad de manchar la herramienta. Aunque tendremos que lavarlo igualmente, no tendrá que ser tan intenso y frenaremos su deterioro.

En segundo término, guardarlo en un lugar apropiado y en buenas condiciones es fundamental. Para ello, buscaremos un lugar donde no haya mucha luz y lejos de humedades. Generalmente las habitaciones suelen cumplir estas condiciones, pero tampoco podemos tener nuestro juguete en cualquier cajón abierto al polvo y otras impurezas. Un maletín o alguna caja con papel aislante son la mejor opción para preservar nuestro juguete de los peligros del exterior.

Aunque con estos dos consejos conseguiremos que nuestro complementos ganen en vida útil, no debemos pasar por alto que cada cierto tiempo debemos renovarlos. Incluso si no percibimos una pérdida de capacidad funcional sustancial, el uso continuo y el paso del tiempo por los materiales harán que tarde o temprano el juguete sea peligroso para nuestra salud íntima, por lo que tendremos que ir de nuevo de visitar a nuestra tienda erótica de confianza y dejarnos llevar mientras elegimos un nuevo compañero de aventuras.