El actual Palacio de Justicia fue en su origen la Casa Aduana.

El actual Palacio de Justicia fue en su origen la Casa Aduana, construida por orden de Carlos III entre 1758 y 1802.

Más tarde, en 1828, el palacio se convirtió en una fábrica de tabacos. Finalmente, tras una restauración y adaptación de Vicente Rodríguez, el edificio adquirió las funciones que tiene en la actualidad.

El edificio ocupa una manzana rectangular y sus fachadas están compuestas por muros de ladrillo visto.