Está previsto que la fase de pintura de la Basílica dure tres semanas, tras lo que se colocará el nuevo toldo.

La restauración de la Basílica de la Virgen de los Desamparados avanza y ha entrado en una de sus fases finales, la de pintar las fachadas del templo barroco. Así, el edificio anexo a la propia Basílica de la Mare de Deu está pintándose de un tono azul suave. El edificio anexo es posterior al barroco y en él se encuentran un museo y otras dependencias. La idea que se ha seguido es que esta zona se distinguiera del área principal de la Basílica.

Está previsto que la fase de pintura dure tres semanas, durante las que se intentará que la Basílica recupere su aspecto original, con un color rojizo en todas las fachadas y un tono arena para otros elementos. Una vez concluya la fase de pintura, llegará el momento de colocar el nuevo toldo, con una extensión de 1.200 metros cuadrados y mucho menos peso que el actual.