El precio del hormigón impreso y sus posibilidades decorativas, le convierten en una buena alternativa para decorar tu casa

La variedad de materiales decorativos de que disponemos actualmente es bastante más amplia que hace apenas 20 años. La industria ha desarrollado en este periodo diferentes propuestas que se han presentado como alternativa tanto a los materiales de siempre como a las aplicaciones más convencionales. De hecho, a veces la renovación ha consistido en adaptar un material tradicional a un formato que permite su instalación en lugares distintos a los que siempre hemos estado acostumbrados.

Esta revolución es especialmente palpable en el caso de los materiales de construcción como el cemento, el ladrillo o el hormigón, que han sabido adaptar sus posibilidades estéticas para convertirse en una alternativa decorativa real. En este artículo dedicaremos una mirada especial al hormigón, concretamente al impreso, que goza cada día de más prestigio entre los decoradores y está cada vez más presentes en lugares tanto públicos como domésticos donde generalmente se recurría a otros materiales.

¿Qué es el hormigón impreso?

El hormigón impreso (también conocido como pavimento impreso) es una versión del hormigón de construcción tradicional cuya adaptación le ha permitido convertirse en una técnica decorativa actual. La novedad de este material reside en su acabado, para el que se usa un mortero de color que endurece en el momento la superficie de hormigón fresco. Después, sólo queda aplicar los moldes y el barniz final para tener un diseño distinto y personalizado a nuestro gusto.

Aunque su trayectoria cuenta ya con más de una década, ha sido en los últimos años cuando más aceptación ha tenido por parte de las empresas de construcción y decoración. Su presencia en el ámbito urbano ha sido el más conocido por los usuarios, pero sus posibilidades estéticas han motivado su penetración en el sector del interiorismo doméstico. Sus buenos resultados justifican el nivel de demanda que ha alcanzado en los últimos años. De hecho, el uso del hormigón impreso en Valencia se ha extendido como uno de los materiales más recurrentes para decoración interior y exterior.

Aplicaciones del hormigón impreso

Si algo que ha conquistado del hormigón impreso a los profesionales de la construcción y la decoración, eso es su capacidad de adaptarse a distintos espacios. Se debe, entonces, distinguir distintas aplicaciones de este material.

El pavimento impreso de uso genérico es muy habitual encontrarlo en los suelos de la casa. Las zonas más propensas a la instalación de este material suelen ser las terrazas, los patios, los garajes, los jardines o el porche. Eso en el ámbito doméstico. En cuanto al plano urbano, las plazas y parques con frecuencia se pavimentan con este material del que veremos sus ventajas más adelante.

El hormigón impreso tiene también la capacidad de sostenerse sobre superficies verticales, por lo que cada vez es más frecuente su uso como alternativa al acabado de fachadas y paredes interiores. Gracias a su técnica innovadora, el resultado final garantiza una estética uniforme que se integra a la perfección en el entorno. Lo común en esta aplicación es encontrarla sobre zonas concretas donde se pretende crear una sensación distinta, un matiz diferenciador que distinga una parte de la casa del resto del espacio.

Otro uso del hormigón impreso cada vez más común está en el pavimento de piscinas, especialmente en los alrededores. Este material puede recibir una capa antideslizante que lo convierte en el suelo ideal para estos entornos donde el agua y la humedad crean inestabilidad en adherencia.

Ventajas de instalar hormigón impreso

Ahora que ya hemos visto las zonas de la casa y la ciudad donde podemos aplicar hormigón impreso, hablaremos de los beneficios principales que tiene:

  • Estética adaptable: el hormigón impreso es un material realmente maleable y fácil de manejar, lo que permite adaptar su estética según el gusto del comprador. Su color, su textura o el dibujo de su diseño son muy versátiles y podremos elegir el acabado que más nos guste.
  • Resistencia: la durabilidad del hormigón impreso es otra de las ventajas que debemos destacar de este material. Con un buen mantenimiento, tanto el suelo como las paredes podrían durarnos en buen estado al menos 20 años o incluso más. El peso, el sol, la lluvia, el calor o el frío no son inconveniente para sus cualidades. Además, su cuidado es mínimo, ya que podemos limpiarlo con agua y un cepillo y sólo requiere una nueva mano de barniz cada 2 o 3 años.
  • Fácil instalación: no podemos dejarnos atrás la sencillez con la que el hormigón impreso queda colocado. Apenas necesita obra, ya que se puede instalar directamente sobre la superficie existente (tanto en interior como exterior) y el resto del proceso no es complejo ni aparatoso.

Precio del hormigón impreso

Actualmente el precio de este material oscila entre los 15 y los 40 € el metro cuadrado, aunque el coste medio para la mayoría de usuarios es de entre 20 y 25 €. Con estos datos, podemos asegurar que no sólo no es una alternativa cara, sino que es más barata que muchas de las otras opciones decorativas. Sin duda, podríamos añadir su accesibilidad económica a las ventajas que ya hemos mencionado antes.