Después de meses de obras de remodelación, València reabre al público la Plaza de la Reina con más zona peatonal y parking subterráneo reformado.

La plaza de la Reina se ha reabierto este jueves 28 de julio para su uso ciudadano, así como el aparcamiento subterráneo. Las obras de remodelación, han permitido la peatonalización de los cerca de 12.000 m² de esta emblemática plaza de la ciudad y su acceso desde la calle de la Pau, así como la remodelación completa del aparcamiento subterráneo de dos plantas. El alcalde, Joan Ribó, ha afirmado que “es una gran plaza, otra gran plaza de la ciudad de València”.

Por su parte, el concejal de Movilidad Sostenible, concejalía responsable de este proyecto de reforma, Giuseppe Grezzi, ha destacado que “hoy es un gran día para València con la apertura a la gente de la plaza de la Reina, un proyecto icónico para un espacio monumental singular. De gran rotonda testificada de coches, buses, furgonetas lanzando humo y ruido, en una plaza de 12.000 metros cuadrados para disfrutar, para contemplar las vistas del Micalet, para jugar, para estar y pasear. Es una gran satisfacción y motivo de orgullo haber podido completar un proyecto de esta envergadura con la remodelación de un aparcamiento que tiene más de 50 años. Es un auténtico regalo para valencianos y valencianas, que estoy seguro que lo harán suyo desde el minuto 1”.

Además de la pavimentación de la plaza con piedra calcárea antideslizante de tonalidades que ayudan a no absorber el calor -el mismo material con el que se construyó la Catedral-, los trabajos realizados incorporan una zona de juegos infantiles, toldos de diferentes alturas, lavabos públicos, 1.378 arbustos y 115 árboles.

También se han instalado dos fuentes de agua, 900 asientos en 465 metros lineales, bancos adaptados, contenedores soterrados, 30 plazas de aparcabicis, aspersores-difusores de agua, puntos de luz en el suelo, pívots retráctiles para permitir el acceso de vehículos autorizados y de emergencia, dos monolitos con información documental adaptada al lenguaje Braille y una oficina de información y turismo. Además, se ha recuperado la parada de Valenbisi, la zona de carga y descarga con horario delimitado y se han reubicado los quioscos ya existentes en la plaza.

La iniciativa, que incorpora 21 propuestas ciudadanas surgidas del proceso de implicación ciudadana “Participa Reina!” llevado a cabo en 2016, incluye también la remodelación del aparcamiento subterráneo de una superficie de 8.634 m² eliminando, así, las rampas circulares y sustituyendo el acceso y la salida por una entrada desde la calle de la Pau y una salida por la calle del Mar.

El aparcamiento, bajo la gestión de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), dispone de 228 plazas para coches -de rotación y alquiler-, seis plazas para personas con movilidad reducida, 48 plazas para motocicletas, 20 para bicicletas, nueve cargadores de bicis y/o VMP eléctricos y siete cargadores para vehículos eléctricos, así como un sistema de busca de la plaza de aparcamiento mediante la introducción del número de matrícula en las pantallas a disposición de las personas usuarias.

Además, las personas que compran en el Mercado Central o a los comercios que forman parte de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico tendrán descuentos en el aparcamiento gracias a una colaboración con estas entidades para fomentar el comercio de proximidad y contribuir a mejorar la movilidad en el centro de la ciudad.

Se ha eliminado así una rotonda para el tráfico motorizado por la cual confluían 36 líneas de autobuses con una frecuencia de 5 a 10 minutos, la multitud de motocicletas aparcadas frente a la Catedral y los parterres ajardinados distribuidos como islotes para ordenar el tráfico rodado, que desaparece de la plaza.

Realzar el patrimonio histórico

Además del espacio peatonal ganado, la actuación pone en valor aquellos elementos que representan la esencia de la historia de València como es la Catedral, con la puerta barroca, el Micalet o Santa Caterina. Los toldos, a la vez que protegen del sol, no impiden la visibilidad a causa de las diferentes alturas y tienen la opción de desinstalarse en los meses del año en que no haga tanto calor.

También se han marcado itinerarios arbóreos y sobre el pavimento que simulan la antigua ubicación de las casas existentes antes de que fuera una plaza, se ha preservado un tramo de las antiguas vías del tranvía, así como otros hallazgos arqueológicos recuperados, y hay paneles y monolitos con explicación documental adaptada al sistema Braille y un monolito en la entrada al aparcamiento subterráneo con una representación de los escudos históricos de la ciudad de València.

El diseño, tanto de los lavabos públicos como de la oficina de información y turismo, los accesos peatonales al aparcamiento y las salidas de ventilación, está plenamente integrado en el entorno, así como el diseño de la iluminación nocturna que pone de manifiesto los elementos relevantes y monumentales de la plaza.

Finalmente, otra instalación que destacar es la escultura en homenaje al arquitecto Rafael Guastavino, cuya ciudad natal fue València, pero que triunfó en los Estados Unidos exportando las técnicas arquitectónicas mediterráneas.

Renaturalización del espacio

Las 30 especies autóctonas plantadas, entre los 1.378 arbustos y 115 árboles (60 más de los que había anteriormente), necesitan poco riego. Hay que tener en cuenta, eso sí, que no pueden plantarse árboles de manera indiscriminada sobre la superficie a causa de las filtraciones que pueden generar en el aparcamiento subterráneo. Además, se trata de una plaza y, por lo tanto, de un espacio urbano público descubierto que tiene la posibilidad de utilizarse para realizar gran variedad de actividades.