La ciudad de Valencia conserva importantes obras del arte barroco. Hoy en día, el valenciano puede disfrutar de monumentos arquitectónicos repletos de contrastes.

Durante el siglo XVII se levantaron en Valencia numerosas construcciones barrocas, la mayoría de ellas religiosas. Asimismo se transformaron tanto interior como exteriormente antiguos edificios góticos.

Hoy en día, el valenciano puede disfrutar de monumentos arquitectónicos repletos de contrastes. Luces y sombras. Blancos y dorados. Adornos y detalles.

El centro histórico acoge la mayoría de los monumentos barrocos que conserva la ciudad. Si el turista, o incluso el valenciano que no ha tenido la oportunidad de descubrirla, quiere conocer la Valencia más barroca tan sólo tiene que acercarse al casco antiguo. No hará falta coger el coche, ni subir en autobús ni pagar un billete metro.

Una de las ventajas de la capital del Turia consiste en que sus dimensiones permiten desplazarse a pie y hacerse una idea de la belleza de la ciudad.

La ruta por la Valencia barroca comienza en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, dedicada a la patrona de la ciudad. La Virgen de los Desamparados constituye un icono para la ciudad y sus habitantes por la importancia que se le concede en algunos actos religiosos como las Fallas. 

Muy cerca de la Basílica, se encuentra la Catedral de Valencia. Su puerta principal, conocida como la Puerta de los Hierros, constituye un alarde del barroco por su movimiento cóncavo.

A pocos metros de la Catedral, se sitúa el Iglesia de Santa Catalina Mártir, cuya torre del campanario pertence al arte barroco. Además, en la misma Plaza del Carmen se encuentra la Iglesia del Antiguo Convento del Carmen, cuna del arte barroco valenciano.

La belleza del Palacio del Marqués de Dos Aguas se encuentra en su fachada barroca, una alusión agitada y festiva del marquesado.

El campanario y la fachada de la Iglesia de los Santos Juanes asombran al visitante por su elaborada ornamentación barroca. En su interior, la decoración, las estatuas y los frescos de Palomino aderezan el edificio.

Otros edificios barrocos que se alejan de esta zona céntrica son: el Museo de Bellas Artes San Pío V, el Monasterio de San Miguel de los Reyes y la Iglesia del Convento de Santo Domingo.

A pesar de no estar en el mismo centro histórico, estos tres edificios siguen estando cerca del centro (a excepción del Monasterio San Miguel de los Reyes).

Tal es la importancia del arte barroco en Valencia que la Fundación Luz de las Imágenes organizó una exposición que se pudo visitar durante casi un año en tres iglesias barrocas valencianas. La Gloria del Barroco, así se llamaba dicha exposición, fue inaugurada el 15 de diciembre de 2009. Más de 300 obras se exhibían en las iglesias de San Esteban, San Martín y San Juan de la Cruz, todas ellas en el casco antiguo de la ciudad. Cada uno de estos templos religiosos acogió una bloque temático en torno al estilo barroco.

La pintura barroca valenciana se presentaba en la Iglesia de San Esteban, la escultura y la orfebrería en la Iglesia de San Martín. Y finalmente, la devoción a la Virgen María se escenifico en la Iglesia San Juan de la Cruz.